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Nació en Lancaster, Reino Unido, el 28 de marzo de 1911 y murió en Oxford el 8 de febrero de 1960. Fue filósofo, una de las figuras más relevantes en lo que se ha dado en llamar filosofía del lenguaje. A él se debe el concepto de acto de habla.



A partir del pensamiento de algunos filósofos que erróneamente supusieron que la única relevancia de un enunciado es describir algún estado de cosas o enunciar algún hecho, Austin plantea la falacia descriptiva, la cual engloba a los juramentos, órdenes y manifestación de emociones, los cuales no pueden ser calificados de verdaderos o falsos. Por este motivo proyectó la existencia de dos tipos de enunciados: los constatativos y los realizativos.

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En su obra más importante, titulada Cómo hacer cosas con palabras (1952), lleva a cabo una serie de análisis del lenguaje bajo el principio general de que la mayoría de problemas filosóficos desaparecerían si las palabras se usasen de modo adecuado.